
Por Luis Martínez Alcántara
La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que asistirá como invitada especial a la Cumbre del G7, que se realizará del 15 al 17 de junio en Kananaskis, Alberta, Canadá.
La mandataria adelantó que su participación incluirá reuniones bilaterales y su presencia en la sesión plenaria del foro. Se prevé que viaje en vuelo comercial, realizando al menos una escala debido a la falta de vuelos directos desde México.
Sheinbaum declaró que el canciller Juan Ramón de la Fuente ya se encuentra afinando los encuentros bilaterales, y entre ellos es “muy probable” que se dé un diálogo directo con el presidente de EU, Donald Trump.
Además, prevé un encuentro con otros líderes del G7, entre ellos el primer ministro de Canadá, Mark Carney, quien la invitó oficialmente tras una conversación en mayo. Esta asistencia representaría un paso clave para fortalecer la agenda trilateral y temas de comercio y migración.
La invitación surgió de una llamada que Sheinbaum sostuvo con Mark Carney, en la que también abordaron asuntos vinculados al T-MEC y la relación con Estados Unidos.
Aunque México no es miembro del G7, su presencia como país invitado especial destaca la relevancia estratégica de la nación en la región norteamericana. Este gesto diplomático fue impulsado, según medios canadienses, por el Consejo Empresarial de Canadá, encabezado por Goldy Hyder.
Para Sheinbaum, participar en el G7 es una oportunidad para elevar el perfil internacional de México. Analistas coinciden en que su presencia será clave para abordar temas globales como seguridad económica, cambio climático y cadenas de suministro, además de ofrecer una ventana al reforzamiento de la relación con EU y Canadá. Se espera que México defina propuestas concretas en los comités plenarios.