septiembre 26, 2025
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Por Redacción:

Ciudad de México, viernes 26 de septiembre de 2025. Amazon pactó con la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC, por sus siglas en inglés) un acuerdo récord por US$2,500 millones para cerrar la demanda que la acusaba de engañar a millones de clientes a suscribirse a Prime y de dificultarles la cancelación mediante “patrones oscuros” en su interfaz. De ese monto, US$1,000 millones se registran como multa civil y US$1,500 millones como reembolsos a consumidores afectados; la agencia calcula que alrededor de 35 millones de usuarios podrían recibir pagos, con desembolsos automáticos para quienes se apuntaron mediante ofertas señaladas como engañosas y usaron menos de tres beneficios, un esquema que —según adelantó la cobertura— generaría pagos de alrededor de US$51 por persona bajo ciertos criterios de elegibilidad. Amazon no admitió responsabilidad pero aceptó reformas obligatorias: opt-out claro en el checkout, términos visibles y cancelación simplificada, además de supervisión independiente para verificar el cumplimiento.

El acuerdo aterriza un juicio que ya estaba en marcha en Seattle y que se remontaba a la demanda de 2023: la FTC acusó a la compañía de “inscribir” a usuarios en Prime con botones y flujos ambiguos durante la compra —incluida una modalidad de “Single Page Checkout”— y de operar un laberinto de baja que internamente, según la querella, los ejecutivos apodaban “Iliad” por lo arduo que resultaba. El regulador invocó la Restore Online Shoppers’ Confidence Act y normativas de prácticas engañosas; la prensa especializada subraya que se trata de uno de los mayores acuerdos en la historia de la FTC y de la segunda restitución más alta para consumidores. El paquete también prevé una ventana de reclamaciones para quienes intentaron cancelar sin éxito y quedaron facturados, mientras que los pago-automáticos aplicarían a cohortes delimitadas por fecha (entre 23 de junio de 2019 y 23 de junio de 2025) y uso del servicio.

En su respuesta pública, Amazon sostuvo que ya había modernizado sus procesos de alta y baja de Prime en los últimos años y que el acuerdo evita un litigio prolongado, sin reconocer infracción alguna. Para la FTC, en cambio, el expediente sienta un precedente: obliga a rediseños que reduzcan la fricción al cancelar, prohíbe consentimientos preseleccionados y exige validación expresa del precio y la renovación automática antes de finalizar la compra. Analistas señalan que la resolución encaja con un ciclo de mayor escrutinio a las “suscripciones trampa” en plataformas digitales y deja una hoja de ruta para otras tecnológicas con modelos de membresía.

Para los usuarios, los datos prácticos de hoy son tres: (1) habrá reembolsos con reglas específicas (cohortes por fechas y uso de beneficios), con pagos automáticos a grupos definidos y la posibilidad de reclamar si se enfrentaron a barreras para cancelar; (2) Amazon deberá mostrar un botón claro para no activar Prime y simplificar la baja en menos pasos, sin desvíos ni ofertas evasivas; (3) un monitor externo auditará el cumplimiento durante la vigencia del acuerdo. La valoración de mercado, al cierre de la jornada, apenas se movió, pero el impacto regulatorio es mayúsculo: la FTC, que ya litiga un caso antimonopolio aparte contra Amazon, presume aquí una victoria que redefine estándares de consentimiento y cancelación en comercio electrónico

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