noviembre 22, 2024
colima
El aumento de la inseguridad en Colima se refleja en un incremento notable en los delitos contra el patrimonio, especialmente en robos de vehículos y a casas habitación.

Por Luis Martínez Alcántara 

CIUDAD DE MÉXICO.- Colima se encuentra en una situación crítica debido a una de las peores crisis de seguridad en su historia reciente. La administración de la gobernadora Indira Vizcaíno Silva enfrenta una creciente presión, ya que el estado se ha convertido en un epicentro de la violencia en México.

Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), Colima encabeza la lista de presuntos delitos por cada 100 mil habitantes, con un índice alarmante de 285.3, más del doble de la media nacional de 133.4.

El aumento de la inseguridad en Colima se refleja en un incremento notable en los delitos contra el patrimonio, especialmente en robos de vehículos y a casas habitación. Además, se observa un incremento en delitos relacionados con amenazas y narcomenudeo.

Las zonas limítrofes entre Colima y Michoacán son particularmente afectadas, ya que se convirtieron en áreas de alta inseguridad debido a la disputa entre grupos de delincuencia organizada.

Ante la falta de acciones efectivas por parte del gobierno estatal, el gobierno federal ha intervenido con el despliegue de elementos de la Guardia Nacional (GN) en un intento de reforzar la seguridad en la región.

En julio, 490 elementos de la GN llegaron a Colima para participar en operativos de seguridad. Además, la Secretaría de Marina realizó operativos en las costas de Colima y Michoacán, asegurando 7.2 toneladas de presunta cocaína, mil 100 litros de combustible, y arrestando a 15 personas, lo que subraya la gravedad de la situación.

Pese a estos esfuerzos, la ciudadanía sigue exigiendo respuestas y acciones más concretas por parte del gobierno estatal. La creciente ola de criminalidad ha sumido a Colima en una crisis de inseguridad que parece no tener fin, y los habitantes del estado están desesperados por una solución que les devuelva la paz.

En este contexto, la responsabilidad recae directamente en la gobernadora Indira Vizcaíno Silva, quien hasta el momento no ha logrado implementar estrategias efectivas para frenar la violencia y proteger a la población de Colima.

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