Por Luis Martínez Alcántara
CIUDAD DE MÉXICO.- Recientemente se reportó una alarmante tendencia en el Metro en la capital del país, donde grupos delictivos utilizan a niños para robar. Esta nueva técnica implica que los menores actúan como distracción mientras los adultos roban pertenencias a los usuarios desprevenidos.
Los ladrones operan en estaciones concurridas, aprovechando la aglomeración y la falta de atención de los pasajeros. Este modus operandi ha generado preocupación entre los usuarios y las autoridades, quienes buscan soluciones para combatir esta problemática.
Los robos suelen ocurrir en horas pico, especialmente durante las mañanas y las tardes, cuando el flujo de pasajeros es mayor. Las estaciones más afectadas incluyen Pino Suárez, Bellas Artes y Tacuba, donde la multitud facilita la ejecución de estos delitos.
Los grupos delictivos trabajan en coordinación, con algunos miembros encargándose de distraer a las víctimas mientras otros aprovechan la situación para sustraer objetos de valor como teléfonos móviles y carteras. Este patrón ya fue identificado por las autoridades y se están tomando medidas para aumentar la vigilancia en estas áreas.
Los perfiles de las víctimas son variados, pero los más afectados suelen ser aquellos que viajan solos o que están distraídos con sus dispositivos móviles. Los delincuentes también apuntan a personas mayores o turistas que pueden no estar familiarizados con el entorno del metro.
Con este modus operandi, los ladrones se mezclan fácilmente con la multitud y utilizan a los niños para ganar simpatía y desviar la atención. La situación es preocupante, ya que los menores involucrados son utilizados como herramientas en este ciclo delictivo.
Para prevenir ser víctima de estos robos, es fundamental que los usuarios mantengan una actitud alerta mientras viajan en el metro. Algunas recomendaciones incluyen evitar mostrar objetos de valor, como teléfonos o billeteras, y estar atentos a su entorno. Además, se sugiere viajar en grupo siempre que sea posible y utilizar mochilas cerradas frente a uno mismo para dificultar el acceso a los ladrones. La educación sobre estas tácticas también puede ayudar a reducir la efectividad de estos delitos.