Por Luis Martínez Alcántara
Marilyn Cote, una abogada de Puebla, captó la atención en redes sociales tras ser acusada de hacerse pasar por psiquiatra y recetar medicamentos controlados. A pesar de no tener formación en psiquiatría, ofrecía consultas, asegurando que puede aliviar la ansiedad y depresión en solo una semana.
Esta situación generó indignación entre los usuarios, quienes señalaron el peligro que representa diagnosticar y tratar sin la debida preparación profesional. La viralización del caso se intensificó cuando se expuso una receta que incluía fármacos como la duloxetina y quetiapina, junto a logotipos de universidades prestigiosas que no tienen relación con su formación.
El escándalo obligó a los hospitales Fifty Doctors y Torres Médicas a deslindarse de Cote. En un comunicado, ambas instituciones afirmaron que nunca ha sido accionista ni está vinculada a sus servicios. Además, anunciaron que procederán legalmente contra ella por el uso indebido de sus nombres y marcas registradas. Este pronunciamiento busca proteger la reputación de las instituciones y alertar al público sobre las actividades fraudulentas de Cote.
En redes sociales, algunos testimonios indican que las consultas realizadas por Cote resultaron en diagnósticos erróneos y efectos secundarios negativos debido a las altas dosis de medicamentos prescritos. Esto despertó un debate sobre la regulación de profesionales en el ámbito de la salud mental y la importancia de verificar las credenciales antes de recibir atención médica.
Cote también fue acusada de utilizar imágenes falsificadas en sus perfiles profesionales para aparentar ser parte de un círculo médico respetable. Las denuncias apuntan a que sus fotografías podrían haber sido generadas por inteligencia artificial, lo que añade una capa más al engaño que ha perpetuado en línea. La combinación de estas acciones ha llevado a muchos a calificarla como estafadora, lo que ha contribuido a su notoriedad en las plataformas digitales.