
Redacción
Ciudad de México.- La industria del videojuego en México atraviesa un momento clave. A nivel global, se proyectan más de 150 millones de vacantes en tecnología para 2025, según Microsoft. En este panorama, los profesionales en este campo, que se forman en Ingeniería en Desarrollo de Software, no solo crean entretenimiento: construyen simulaciones complejas que desafían nuestra percepción de lo posible mediante programación orientada a objetos, sistemas operativos avanzados y ciencia de datos.
El desarrollador de videojuegos actual domina desde la programación hasta el diseño de experiencias interactivas. La creación de mundos virtuales exige habilidades en animación, interacción digital, automatización de pruebas y producción multimedia, competencias cada vez más demandadas en el mercado laboral.
Frente a esta evolución tecnológica, Tecmilenio responde con un modelo educativo flexible MAPS (Modular, Apilable y Personalizable). Este modelo permite al estudiante crear un perfil profesional único mediante certificados cocreados con empresas y especialistas, alineados con tendencias como DevOps, desarrollo full stack y aplicaciones móviles.
La carrera de Ingeniería en Desarrollo de Software en Tecmilenio cuenta con este modelo y ofrece seis rutas de enfoque, una de ellas es Diseño y Programación de Videojuegos, donde aprenden a crear videojuegos utilizando herramientas de animación y programación, desarrollando páginas web dinámicas y recursos multimedia para aplicación en redes sociales y comerciales.
Si buscan incursionar en el mundo de la tecnología desde otra perspectiva, la carrera también ofrece otras cinco rutas de enfoque que responden a necesidades clave de la industria: Análisis de Datos, Inteligencia Artificial, Metodología DevOps, Ciberseguridad y Procesamiento de Datos a Gran Escala – Big Data.
“Los videojuegos son mucho más que diversión: representan una oportunidad para que los estudiantes de Ingeniería en Desarrollo de Software conviertan su pasión en una carrera con impacto, desarrollando habilidades que abren puertas en industrias creativas, tecnológicas y de innovación”, afirma el Dr. Luis Gutiérrez Aladro, vicerrector académico de Tecmilenio.
Las aulas de Tecmilenio se convierten en laboratorios de innovación donde teoría y práctica convergen bajo la guía de instructores con experiencia real en la industria tecnológica. Los proyectos colaborativos simulan entornos profesionales auténticos e incluyen la participación en concursos como el International Collegiate Programming Contest (ICPC), lo que prepara a los estudiantes para los retos que enfrentarán en el mundo laboral.