
Por Luis Martínez Alcántara
Vecinos de Naucalpan, Estado de México, vivieron momentos de alarma luego de que, tras las intensas lluvias del domingo 22 de junio, apareciera una extraña espuma blanca en calles y viviendas. El desbordamiento del Río Hondo y la presa Los Cuartos provocó severas inundaciones en colonias como San Rafael Chamapa. Las imágenes, que rápidamente se viralizaron en redes sociales, mostraban agua contaminada cubriendo hasta metro y medio de altura.
Lo que más inquietó a la población fue la aparición de esta espuma densa y blanca, que muchos pensaron al principio que se trataba de granizo o jabón. Sin embargo, las autoridades municipales informaron que se trata de una mezcla de residuos industriales, detergentes y contaminantes acumulados en el sistema de aguas residuales. Esta reacción química, derivada de la contaminación, evidencia graves deficiencias en el manejo del agua en la zona.
La espuma no solo es alarmante a la vista, sino también peligrosa para la salud. El gobierno de Naucalpan advirtió que contiene agentes patógenos, productos químicos tóxicos y materiales contaminantes que pueden afectar la piel, ojos y vías respiratorias. Por ello, se pidió a la ciudadanía evitar cualquier contacto con ella, especialmente en el caso de niñas, niños y mascotas, los más vulnerables.
A pesar de las recomendaciones, algunos vecinos tuvieron que sumergirse parcialmente en la espuma para poder abrir el paso a sus casas o liberar sus vehículos. Las brigadas de emergencia acudieron para apoyar en labores de limpieza y desazolve, aunque la preocupación ambiental persiste. La imagen de las calles cubiertas por esta capa espumosa ha generado indignación por el manejo de residuos en el municipio.
La aparición de esta espuma tóxica deja al descubierto un problema mayor: la falta de control sobre los desechos vertidos en cuerpos de agua locales. La ciudadanía exige a las autoridades estatales y municipales una solución estructural y castigo a las industrias que contaminan. Naucalpan no solo enfrenta daños materiales por las lluvias, sino también un serio riesgo sanitario que podría repetirse si no se toman medidas urgentes.