noviembre 23, 2024
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Renzo Merino, analista soberano para México de Moody’s, señaló que la agencia mantiene el grado de inversión para el país, a pesar de la incertidumbre generada por la reforma judicial y otros cambios estructurales.

Sin embargo, expresó preocupaciones sobre el deterioro fiscal, la debilidad en el crecimiento económico y las presiones derivadas del apoyo a Pemex.

Actualmente, México cuenta con una calificación de “Baa2” con perspectiva estable, y según Merino, es poco probable que haya una reducción en la misma, a menos que se presenten mayores debilidades macroeconómicas o un deterioro significativo en las instituciones del país.

“Un cambio brusco en la calificación es poco probable sin un choque material que afecte el perfil crediticio, como ocurrió durante la pandemia”, explicó durante el evento “Moody’s inside Latam México”.

Merino mencionó que aunque hace un año las perspectivas para México eran positivas, impulsadas por el fenómeno del nearshoring y la posible llegada de inversión extranjera, muchos proyectos no se han materializado.

Además, surgieron preocupaciones políticas tras las elecciones presidenciales y los cambios que se esperan con la nueva administración.

La agencia también advirtió que el próximo gobierno, encabezado por Claudia Sheinbaum, enfrentará desafíos fiscales considerables, particularmente por el apoyo financiero a Pemex y el aumento en el gasto social.

Roxana Muñoz, analista de Moody’s para Pemex, anticipó que la petrolera podría requerir hasta 20 mil millones de dólares en apoyo gubernamental para 2026 debido a su complicada situación financiera.

Según Muñoz, las refinerías continúan operando con pérdidas, y la planta de Dos Bocas aún no está terminada ni genera contribuciones significativas para la empresa.

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